Sonya BENJAMIN

Me mudé a Oriente Medio hace más de una década, cuando las oportunidades para trabajar en biodiversidad eran escasas. En 2020, se produjo un cambio global y regional en el que finalmente se reconoció la importancia de la conservación de los ecosistemas para la sociedad en su conjunto. Previendo un aumento de la necesidad y la demanda, fundé BioConserve para ayudar a los clientes a lograr un equilibrio entre los objetivos de biodiversidad y sus realidades empresariales. Siempre he adoptado un enfoque holístico y pragmático para integrar la protección ecológica en el desarrollo de proyectos, y este mismo espíritu es el que ahora impulsa a BioConserve a ofrecer soluciones y servicios prácticos a los clientes que desean hacer lo correcto, pero sin sacrificar la sostenibilidad y el éxito de sus operaciones actuales y objetivos futuros. Los pequeños logros, bien logrados, pueden construir un futuro que honre tanto al mundo en el que vivimos como a las personas que lo habitan.